Tras la llegada a Sóller de los coches motores carris procedentes de Lisboa, y tras el cambio de los dos tranvías bilbaínos por una locomotora eléctrica tipo "cocodrilo" la llamada "Irukurutzeta" a Sóller, el tranvía encargó a los talleres Seguí de Palma, la construcción de varias jardineras que servirían de remolque para los tranvías portugueses en los meses de verano, reforzando así el servicio de tranvías al puerto y permitiendo además un mejor mantenimiento del resto del parque móvil.
Durante algunos años, estas nuevas jardineras permanecieron en los talleres de forma inacabada, llegando a circular alguna de ellas pero con un resultado poco satisfactorio ya que son más pesadas que las otras jardineras y los coches motores carris no tienen tanta potencia como los coches motores Carde & Escoriaza.
AL final, el tranvía de Sóller las acabó de construir, dejando a alguna de estas jardineras como remolque cerrado para los meses de invierno, siendo arrastradas por los Carde & Escoriaza, o bien realizando convoyes con doble tracción
Así permanecieron algunas de las jardineras durante unos cuantos años, inacabadas en las cocheras de los talleres de Sóller
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